Buscando sobre este tema en tejidos sustentables, por la complejidad que es este tema, decidí que para este artículo, me enfocaré solamente en las fibras artificiales. Primero, repasemos la diferencia entre fibras sintéticas y fibras artificiales. Ambas se refieren a la categoría de materiales textiles que son fabricados por el ser humano, pero se diferencian por:

Telas Sintéticas:

• Están hechas completamente de compuestos químicos, generalmente derivados del petróleo como el poliéster, el nailon y el spandex (licra). Las telas sintéticas tienden a ser duraderas, resistentes a las arrugas y de secado rápido, pero no son tan transpirables como algunas telas naturales.

Telas Artificiales:

• También llamadas “semi-sintéticas” o “regeneradas”, provienen de materiales naturales, pero pasan por procesos químicos transformarlos en fibras utilizables como la viscosa (rayón) y el acetato. Las telas artificiales pueden tener propiedades similares a las telas naturales, como la absorción de humedad y la transpirabilidad, y son a menudo más económicas que las telas naturales puras.

¿Cómo defines un tejido sostenible?

Para entender qué hace que un tejido sustentable, hay que considerar:

1- La procedencia del material: ¿Procede de la extracción de materia prima, de prácticas agrícolas o ganaderas? ¿O se trata de materiales cultivados o reciclados de forma sostenible?
2- El procesamiento: ¿Utiliza un método sostenible, o involucra procesos químicos dañinos?
3- Fin de vida: ¿Cómo afectará al medio ambiente cuando ya no se necesite?

El problema es que…

En el informe de la Fundación Ellen MacArthur, entre el año 2000 y 2015, la producción mundial de ropa se ha duplicado en parte a la popularidad de la Moda Rápida. Obviamente, estas compañías usan tejidos sintéticos ya que son más baratos de producir o usan tejidos artificiales para el marketing ya que provienen de ¨fibras naturales¨. Pero cuanta más ropa producimos con estos tejidos (que ahora representan el 60% de la ropa mundial, según Greenpeace), más microfibras terminan en las aguas residuales y en vertederos.

Y pensaríamos que las fibras naturales son la solución pero, la producción de fibras naturales suele requerir importantes recursos agrícolas, como tierra, agua y energía. Por ejemplo, el cultivo del algodón, aunque produce una fibra de alta calidad y versátil, es conocido por su elevado consumo de agua y el uso de pesticidas.

¿Cual es la alternativa?

Hoy en día, están emergiendo muchísimas compañías que buscan innovar los materiales y procesos de producción para crear una nueva generación de tejidos artificiales naturales. Entre todas ellas estan:

Kintra – Esta empresa produce hilos biosintéticos que resisten como el poliéster y el nailon, pero es biodegradable, ya que se basan derivados del azúcar, maíz o del trigo.

Polybion – Crean biomateriales de primera calidad y alto rendimiento a partir de residuos de frutas, creando una alternativa de cuero.

Piñatex – Es un cuero vegano fabricado a partir de residuos de piña, también contiendo un plástico de origen biológico, PLA, y acabado con un revestimiento de PU para mayor durabilidad.

AirCarbon de Newlight Technologies – Es otra alternativa al cuero. Esta hecha con CO2 recolectado de la atmósfera.

LanzaTech – Otra empresa que captura de carbono CO2 de las acerías en una forma de etanol, que luego se transforma en hilo de poliéster.

¿Que puedo vestir?

En conclusión, el mundo de los tejidos sustentables es complejo y esta en constante evolución. Mientras que las telas sintéticas y artificiales han dominado la industria textil durante años, su producción masiva han creado obvios problemas ambientales.

Pero ya ven que existe una esperanza con todas estas empresas que desarrollan nuevas tecnologías y materiales para, prometiendo un futuro sostenible para la moda. Es esencial apoyar y fomentar estas iniciativas para avanzar hacia un mundo donde la moda no solo sea “chic”, sino también respetuosa con el medio ambiente.

Las acciones que puedes tomar desde hoy:

Compra consciente: Busca marcas que se comprometan con prácticas éticas y sostenibles en toda su cadena de suministro. Opta por calidad.
Reduce, reutiliza, recicla: Antes de comprar ropa nueva, considera si realmente la necesitas. Da nueva vida a tu guardarropa mediante la reparación, el intercambio o la venta de prendas que ya no uses.
Cuida tu ropa: Aprende a cuidar tus prendas correctamente para prolongar su vida útil y asegúrate de seguir las instrucciones de lavado!
Sigue aprendiendo: Informarte sobre las prácticas insostenibles en la industria textil y comparte esa información y difunde la voz para generar un impacto positivo.

Al adoptar estos hábitos de consumo más conscientes, cada persona puede contribuir al cambio. La clave está en equilibrar el impacto ambiental con las necesidades individuales.

Con las compras online con envío inmediato, streaming de series y películas, y literalmente todas las redes sociales: el mundo está a nuestro alcance con un simple clic. Como sociedad, nos hemos obsesionado con esa mentalidad de gratificación instantánea, la cual se ha extendido a nuestros regímenes de belleza.

Desafortunadamente, las marcas cosméticas populares, en su mayoría, han entendido que si los consumidores no obtienen una transformación casi inmediata, su popularidad va a ser muy baja, lo cual significa no ventas. Por eso, muchas empresas han optado por comercializar productos más potentes, con porcentajes más altos de ingredientes activos para atraer a más consumidores con sus “soluciones instantáneas”.

Todos queremos que en pocos días, nuestra piel llegue a tener ese “brillo” como las ídolos de K-Pop o llegar a vernos como cualquier otro filtro de belleza, pero así no es como funciona la piel. Al igual que no esperamos aprender un idioma en dos días o fortalecer nuestros músculos en tan solo la primera visita al gym, ¿Qué nos hace pensar que nuestra piel puede cambiar drásticamente con la primera aplicación de una crema? Tenemos que entender qué nuestras pieles son un único universo y que cada piel tiene una necesidad diferente. Los factores como las hormonas, alimentación, medio ambiente y la edad determinan nuestras necesidades.

Entonces, ¿Qué es el Slow Beauty?

Es el movimiento que hace un llamado a disminuir la cantidad de productos de belleza que usamos y concentrarnos en la calidad de los productos, al igual que busca fomentar productos con empaques más “verdes” para el medioambiente. La filosofía de slow beauty o belleza lenta no busca qué renunciemos por completo a los ingredientes activos, pero que aprendamos a usar productos elaborados con ingredientes más suaves que se centren en actuar progresivamente. Así como promover nuestro bienestar mental, recordándonos de tomar tiempo para lavarnos nuestra cara gentilmente, aplicar los productos con masajes y simplemente disfrutar de ese ritual que es solo de ti para ti.

Uno de los objetivos de esta filosofía es ayudar a la salud general de tu cuerpo. La piel es la primera línea de defensa de nuestro cuerpo. Manteniéndola sana y protegida, puede ayudarnos a tener un escudo contra los agresores externos.

Y no olvidemos el impacto ambiental de la industria cosmética. Esta industria produce más de 120.000 millones de unidades de envases al año y constituye 1/3 de todos los residuos en los vertederos. Y con la adicción de muchas personas por artículos baratos o de moda, esta cifra no deja de crecer. Slow beauty no solo es adquirir menos productos, pero también nos incentiva a fijarnos si los envases son reciclable o tiene alguna opción para volver a llenarlos, entre otros.

¿Dónde conseguir estos productos?

Sé que en Latinoamérica las opciones pueden ser un poco limitadas a la hora de conseguir productos naturales accesibles en tu localidad. Aquí, en Berlín, tengo marcas económicas y veganas con empaques de bajo desperdicio como NO Cosmetics o L:a Bruket que aunque son un poco más costosas, pero duran por varios meses con ingredientes naturales como algas del Mar de Noruega.

He hecho una pequeña lista de tiendas en Sudamérica:

• 🌱 Somos Tierra Gt en Guatemala
• 🌱 En Ecuador las marcas como Maryna Clean Cosmetics, Amarú y La Molienda Sambo.
• 🌱 En Venezuela la tienda online Tabali.
• 🌱 Ecostyle en México, también online.
• 🌱 La marca Argentina The Minimal Co.

Otra alternativa es conseguir lugares en los cuales vendan las bases de tus cremas o aceites y empezar a crear tu propia mezclas!

¿Mi conclusión? Tómatelo con calma

No te estreses por no saber que significa cada uno de los componentes de tus cremas o corras a comprar productos en los cuales ni siquiera estas segur@ que son. Personalmente, soy una persona que tiene la piel super sensible y propensa a alergias, ¡incluso con productos naturales! A pesar de eso, con pruebas y errores, sé cuáles ingredientes son más favorables para mí. La idea es que te tomes tu tiempo en aprender, que es lo que funciona para tu tipo de piel.

El propósito principal es que tomes ✨tiempo para ti✨ al momento de aplicarte tus productos, exfoliarte al seco o con un jabón con residuos de café, masajear tu piel con tu aceite favorito para relajar los músculos y humectar la piel.

Al optar por el uso de cosméticos naturales, las prácticas basadas en el slow beauty hacen un reset a nuestra piel, librándola de las toxinas derivadas de los productos plagados de químicos y a nuestra mente para darnos un poco de amor propio tanto como lo merecemos.